Pensar a futuro

PENSAR A FUTURO

Soy un hijo de nuestra querida ciudad que las circunstancias han hecho que actualmente viva y trabaje en Buenos Aires; pero igualmente sigo ligado al quehacer y sentir de mis amigos y familiares que residen en Benito Juárez.

Es por ello que, junto a otras personas, me propusieron pensar alternativas para mejorar o desarrollar actividades para la gente, especialmente para los jóvenes y su futuro, y así poder retribuir con mi aporte algo de lo que yo recibí.

Qué hacer?

Pequeña Historia: El Vendedor de Zapatos, de Philip Kotler

Existe una antigua historia sobre una vieja compañía norteamericana de zapatos que mandó a un representante de ventas a una isla del Pacífico para investigar si la empresa podía vender zapatos allí. Después de algunos días, el hombre de ventas envió un mensaje a la compañía diciendo: “La gente aquí no usa zapatos. No existe mercado. Es una pérdida de tiempo”

El gerente, de todas maneras, pensó en verificar esta conclusión y envió a uno de sus mejores vendedores a la isla. A los pocos días, el segundo representante llamó a la empresa  y dijo: “La gente aquí no usa zapatos, está todo por hacerse. Existe un mercado enorme.”

Confundido por las dos conclusiones opuestas, el gerente decidió mandar a su mejor vendedor a esta isla. Este hombre, se tomó más tiempo y finalmente, llamó diciendo: “La gente tiene mal los pies y usar zapatos les beneficiaría. Nosotros, podríamos diseñar zapatos que se adapten a sus necesidades”.

Para lograrlo tendremos que invertir en publicidad para informar a la gente sobre los beneficios de usar zapatos. Necesitaremos la cooperación del jefe de la tribu antes de empezar. La gente no tiene dinero, pero cultivan los ananás más dulces que yo jamás haya probado. Estimé el potencia de ventas y todos los costos; además, estimé la posibilidad de vender ananás a una cadena de supermercados australiana que paga en dólares y pienso que podemos obtener un 20% de retorno de nuestro dinero”.

En principio, se puede comprobar como el primer vendedor es un mero ejecutor realizando y cumpliendo con las órdenes recibidas. No se complicó en absoluto y la única comprobación que realizó fue si llevaban zapatos o no. Al ver que no llevaban zapatos asumió que no había mercado.

Posteriormente, el segundo vendedor es un clásico comercial, ya que al ver que nadie usaba zapatos comprobó que se abría un mercado de grandes posibilidades. Sus funciones se limitan a ser un buen comercial y su único objetivo es realizar ventas sin importarle la verdadera rentabilidad del negocio.

Por último, el tercer vendedor tiene claramente una visión de acción a medio-largo plazo, en cuanto a que se preocupa por detectar cuáles son las necesidades reales de las personas, no sólo teniendo en cuenta la superficialidad de los hechos, sino lo que se puede llegar a generar en el futuro.

Conclusión

Pensemos todos juntos en esta pequeña historia, en el camino a seguir, en nuestros deseos y necesidades y en las energías con que contamos para poder llevarlos a cabo.

Pensar Juárez a largo plazo, en un futuro planificado desde la educación sabiendo que ese es el camino de progreso de una comunidad.

Ayudemos a generar espacios para aquellas personas cuyas posibilidades de estudios son menores. Existen muchos hijos de Juárez que hemos estudiado con gran esfuerzo de nuestras familias, también con el apoyo del Estado desde el nivel inicial al universitario. Los que tuvimos esa oportunidad y supimos aprovecharla sabemos de la importancia y la puertas que abre la educación. El Estado sigue brindando ese apoyo pero en otro contexto social y familiar. Los profesionales juarenses quizás debamos comprometernos, aún más, con proyectos que ayuden a abrir esos caminos del progreso educativo.

Ing. Gastón Méndez