Tormentas Electricas
🕔 21 de Julio de 2015
que tenemos más probabilidades de sacarnos el Quini 6, que ser alcanzados por un rayo. No es mi intención que después de leer esto, ante una tormenta, salgan a la calle con elementos metálicos, para comprobarlo. Lo que en realidad, estoy tratando de decir, es que, ser alcanzado por un rayo es muy difícil pero no imposible, con lo que podríamos responsabilizar por esto, a lo que algunos llaman, cosas del “DESTINO”.
Primero que nada veamos cómo se forma un rayo. Esto no es nada sencillo de explicar, pero podemos decir que dentro de una nube, por movimiento del aire, se crean dos zonas de distinto potencial eléctrico. En la parte superior de la nube se acumulan cargas positivas, mientras que en la inferior, se acumulan cargas negativas. Aquí debemos decir que se producen varios tipos rayos, dentro de una nube, entre dos nubes distintas, y entre una nube y la tierra.
Cuando el potencial inferior (cargas negativas), vence la resistencia de aire, empieza a descender de la nube, una corriente de electrones, cuando estos se acercan a la tierra, provocan que se acumulen cargas positivas en la tierra, las cuales buscaran cualquier objeto conductor para ascender, edificios, arboles, animales o PERSONAS. En este punto uno se podría preguntar cómo la corriente elije un objeto u otro para ascender, y la respuesta es que la corriente quiere trabajar lo menos posible, de ahí que elija al elemento que menor resistencia le oponga. Como no todos tenemos la misma resistencia, nunca vamos a saber qué camino elijará, si será un árbol cercano, un edificio, o nosotros en el peor de los casos. Para terminar debemos decir que el rayo nos puede matar de dos formas distintas, la primera es que pase una corriente de unos pocos miliamperios por nuestro corazón, provocando así una desfibrilación cardiaca, y la otra es quemando nuestros órganos internos. Esto es debido a que el aire circundante al rayo, puede alcanzar temperaturas de hasta 20.000 °C tres veces más que la temperatura en la superficie del Sol. Para culminar quiero volver a repetir lo que dije unas líneas antes, aunque es muy difícil que seamos alcanzados por un rayo, esto no significa que sea imposible, por lo tanto sería prudente , NO TENTAR AL “DESTINO”.
Colaboración: Ing. Jonatan Bengolea