Los profesores son irremplazables
🕔 11 de Mayo de 2017Los especialistas argentinos coinciden en que la computadora es una herramienta que puede aprovecharse para corregir exámenes, pero que siempre será necesaria la presencia de un profesor de carne y hueso, cuya inteligencia es irreemplazable.A la hora de evaluar un texto escrito por un alumno, la experta en informática educativa Rosa Kaufman sostiene que un programa de computación puede ser un buen complemento y abarata el tiempo rutinario del profesor. Mi único temor es que se deshumanice el proceso educativo, porque cada vez interviene más el programa y menos la persona, advierte.Kaufman afirma que lo que más va a modificar la vida en el futuro es la inteligencia artifical. En la actualidad se pueden implementar programas con ciertas nociones acotadas y poder de decisión.El uso de estas computadoras apunta hacia la misma dirección que la educación a distancia: Todo ese espectro se va ensanchando, afirma. Aunque el profesor no puede cambiarse porque el cerebro artificial es un imposible. Una computadora no tiene emociones ni intuición, que son elementos indispensables en el proceso de enseñanza y aprendizaje.Jorge Rey Valzacchi, director de la Organización Horizonte, también destaca la importancia del profesor: Si en la corrección de exámenes, además de la computadora interviene un docente es porque resulta imprescindible comparar los resultados. El contraste entre ambos indica si la marcha del programa es correcta.De todas maneras, Rey Valzacchi tiene sus dudas sobre los avances posibles en la independencia de la computadora, porque hay operaciones muy sencillas para el ser humano pero difíciles para la máquina: Por ejemplo, los programas que traducen del castellano al inglés, que indefectiblemente lo hacen con muchísimos errores.La lingüista e investigadora del Conicet María Ignacia Massone explica que es posible que un software reconozca las reglas de una monografía: La máquina puede indicar si hay errores en los distintos pasos como son la planificación, los antecedentes, la introducción, objetivos, metodología de trabajo, resultados e impacto del proyecto. También puede reconocer párrafos, oraciones y la sintaxis.Pero no puede dar cuenta del detalle fino y de ciertos errores de contenido: ¿Cómo sabe si los antecedentes del trabajo son relevantes o datos menores? ¿O si se comprueba la hipótesis? Ese es el objetivo del profesor, afirma.Para Emilio Cafassi, titular de la cátedra de Informática y Relaciones Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), las computadoras pueden tener grandes posibilidades aritméticas, captan algunas reglas y hacen cuentas a velocidades impresionantes. Es el caso de la corrección de un examen de múltiple choice (opciones múltiples), en el que la computadora tiene las respuestas correctas cargadas y no se necesita un docente para supervisar.Esas son rutinas y no interviene ninguna inteligencia. Pero es imposible que una máquina mida la riqueza del lenguaje. Tal vez en un examen de administración se facilita la tarea porque no interviene un lenguaje literario. La computadora no tiene capacidad de lenguaje metafórico ni alegórico.
Fuente: www.clarin.com.ar