Dia del Amigo

Día Internacional del amigo

Una experiencia común a todas las personas es la amistad. Esta relación interpersonal sobrepasa cualquier concepto que pretendamos acuñar sobre ella, porque encaja en la condición de todos, se sumerge en la historia de los pueblos, camina de la mano de todas las edades.

La amistad, valor de la condición del homo sapiens, ha permanecido en pie a todo cambio de siglo, a toda brutalidad del hombre mismo, ha penetrado en todas las clases sociales derribando arraigadas costumbres. He pensado que esta es el arma secreta del amor, que conquista corazones y hace obrevivir las relaciones humanas por sobre toda “crisis de humanidad.”

Ser amigos o amigas siempre significa mucho. Al punto de poner la experiencia  individual y colectiva en contra de la trama de conceptos, con los que los amigos/as pretenden broquelar sus razones de ser amigos. 

Todos sabemos, reconocemos, valoramos y amamos la amistad conscientes de que ésta emerge de miles de maneras y se sostiene por lo que aportamos para que se fortalezca y perdure.

La amistad mucha veces se difunde como algo exclusivo entre dos personas, sin embargo la experiencia nos señala en mucho casos que ésta se define más allá de lo individual, existiendo grupos de amigos ligados por algún interés común o por una situación  que los identificó, manteniendo los matices propios de esa experiencia.

La amistad va acompañada de la sensibilidad por los otros, la capacidad para ser receptivos, la disponibilidad para darse al otro; también viven dentro de las múltiples expresiones de la amistad, el sentido de la intimidad (del que está al lado del corazón) y el celo por resguardar delicadamente lo que sucede en la historia del  otro. 

En el juego de los equilibrios la balanza de la amistad es responsabilidad de los amigos, de la correspondencia recíproca, y si se rompe este equilibrio- dentro de lo posible y necesario de reparación- a ambas partes le corresponde aportar el bien necesario para rescatar el don de la amistad.

Amable lector. En la vida diaria tenemos que refrescar la experiencia de la amistad, para que no muera aplastada por los “ruidos” de nuestro entorno. Hay que hacer esfuerzos para sostenerla en épocas de conflicto y, si es necesario,  echarle un salvavidas en contra de vientos y mareas. Este canto a la vida estimula nuestras relaciones, nos sustrae de de soledades y abismos que nos acosan. 

De los consejos de Martín Fierro a sus hijos:

"Al que es amigo, jamás

Lo dejen en la estacada,

Pero no le pidan nada

Ni lo aguarden todo de él

Siempre el amigo más fiel

Es una conduta honrada"

Juan Opazo Gallegos