Liberarte

🕔 12 de Mayo de 2016

Liberarte

Amable lector. Contando con su infinita paciencia, voy a compartir lo que he estado pensando. Sin muchos preámbulos digo que, a muchas personas la palabra liberación los pone en actitud de crispamiento. Puede ser que esto sea causado por las diversas banderas que envuelven este concepto. O, a raíz de los discursos sobre la liberación que difieren con la vida cotidiana de los “liberadores”, por las profundas incoherencias que quedan expuestas y los resultados han sido dolorosos para los pueblos.

En este tiempo se vuelve a plantear la necesidad de rescatar a las persona de “nuevas esclavitudes”, producto de la acción externa de individuos o grupo y de las personas afectadas por decisiones individuales que perturban su integridad.

La opresión y la desigualdad social con las desastrosas consecuencias para el hombre común, para los muchos invisibles que no cuentan para las estadísticas.

La corrupción (un camino de difícil retorno) la vemos metida en el entramado básico de la sociedad, los individuos corruptos no son un problema etéreo. Por eso vemos el rechazo individual y la reacción masiva contra la corrupción que mata, desborda la justicia, despoja las esperanzas de las gentes, somete a los que denuncian…El mundo de la corrupción es un mundo que no conoce fronteras.

Frente a estas esclavitudes (y muchas otras) necesitadas de liberación, considero que hay caminos para derrotarlas:

La educación, formal y no formal, que mira al hombre en su integralidad, será precursora de las nuevas formas de liberación humana. La toma de conciencia ante la necesidad urgente de ir transformando a las personas en su totalidad, por el bien de hombre mismo y la vida toda del planeta.

Son diversos los testimonios históricos que nos dan un amplio sentido de la liberación humana, de los cuales podemos tomar algún aspecto con el fin de reflexionar sobre los valores que en ellos se conjugaron. :

- La figura de Moisés, que sacó a su pueblo de la esclavitud de Egipto. Llevándolos a una realidad nueva, sin quitarles los tropiezos de la marcha.

-Jesús de Nazaret, presentado en la revelación bíblica, es Dios que asume la condición humana para liberar del pecado a la humanidad.

-Gandhi que lucho sin violencia para rescatar a la India del sometimiento imperial.

-Martín Luther King que soñó con un mundo de igualdad y prosperidad para el pueblo negro, él que puso su confianza en Dios.

-El Papa Juan XXIII que impulsó una transformación de la Iglesia Católica, que permitió entrar un “espíritu nuevo al mundo” renovando siglos de historia.

- El heroísmo de San Martín y muchos patriotas por independizar a América del dominio español. .Y a Simón Bolívar que buscó que los pueblos americanos formaran una gran patria de libertad.

 

La tarea que nos queda, ante esta realidad que genera cambios constantes en la sociedad, es “repensar con el propósito de reparar las heridas abiertas”. Es necesario asumir un camino de liberación humana o identificarse con quien puede conducirnos por esta emancipación. Es ineludible tomar los elementos adecuados para encontrar la luz en medio de las esclavitudes Significa asumir un programa de vida, un trabajo reflexión personal y social.

Termino estos “pensamientos” con una de las frases de Facundo Cabral “Yo tengo dos enemigos pues dos puntas tiene el mal, el hombre que pisa a otro, y el que deja pisar”.

Juan Opazo Gallegos

Nota publicada: 12 de Mayo de 2016
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