Pensar Juárez a futuro
🕔 01 de Enero de 2015
Sabemos que una ciudad se desarrolla prácticamente sola si tiene una Universidad. La llegada de jóvenes de otras localidades, más los propios, propicia un ambiente lleno de ganas de estudiar y progresar.
Durante seis meses el Centro de Estudios de Políticas Públicas estuvo realizando en Juárez un estudio de factibilidad con la expectativa de poder crear un Centro de Estudios Universitarios con la modalidad semi-presencial. Lamentablemente, el resultado no fue del todo satisfactorio, ya que en Juárez no parece posible, por ahora, conseguir la masa crítica necesaria para que este emprendimiento sea sostenible.
Es interesante conocer algunos de los resultados que ese estudio nos proveyó, porque desde allí se pueden sacar conclusiones importantes para el futuro de la localidad.
En primer lugar, la idea misma de tener una Universidad propia nunca ha sido un tema central en el seno de las familias juarenses. Por el contrario, padres y profesores -mientras sus hijos y alumnos estudiaban la secundaria- se ocupaban de investigar cual sería el lugar más apropiado para que los estudiantes fueran en su etapa terciaria, provocando así una lenta emigración de jóvenes pertenecientes a familias que podían solventarles los estudios en otras localidades. Quienes no pudieron irse, en su mayoría no estudiaron y quedaron entonces con menos posibilidades laborales.
Siguiendo con los resultados del estudio, sorprenden otros números muy relevantes para el análisis. Del 100% de los jóvenes que inician el secundario, sólo lo finaliza el 50%. Es decir que de los 500 alumnos que ingresan por año a las escuelas secundarias, tan sólo 250 de ellos están en condiciones de iniciar algún estudio terciario o universitario.
Entre otras cosas llamativas, al preguntarles a los futuros egresados qué les gustaría, un alto porcentaje contestó que quisieran permanecer cercanos a sus familiares y amigos; vivir en una ciudad segura, con gente conocida; pero que se iban porque efectivamente no tenían dónde estudiar y no había, en Juárez suficientes oportunidades de trabajo.
Hay una urgencia inmediata donde la sociedad podría contribuir mucho para mejorar la situación local. Ayudar a los jóvenes a terminar efectivamente la secundaria. En primer lugar, los padres y el sistema educativo todo deberían examinar lo que sucede y tratar de encontrar los motivos concretos de la deserción secundaria y buscar los caminos para solucionar el problema.
Por otro lado, los empleadores locales podrían comenzar a exigir para los puestos de trabajo la necesidad de contar con la secundaria completa, para generar, paso a paso, la obligación del estudio, pero también dando la posibilidad de incorporarlos sin el secundario, acordando un plazo para que presenten su título habilitante, ayudándolos con una disposición hacia la flexibilización horaria; otorgándoles becas si la necesidad de tener que trabajar fuera el motivo de la deserción y/o proveerlos del material de estudio necesario.
Para poder llegar a cabo estas iniciativas, es necesario generar un proceso de crecimiento e innovación, tanto con acciones económicas como políticas, para que exista un discurso en el sentido descripto que incentive los procesos para estimular una formación superior. Además la conexión con las escuelas medias para que realicen experiencias en campos, empresas, comercios e industrias a través de pasantías, práctica que introduciría a los jóvenes a elegir estudios cuyas actividades se encuentren en la zona.
El desafío de ayudar a 200 jóvenes anualmente a terminar con la formación secundaria es una tarea masiva, donde tendría que participar lo sustancial de la sociedad, en su conjunto y el esfuerzo de intentarlo debería estar en hombros de quienes sinceramente creemos que se puede, sabiendo que el mundo es cada vez más competitivo y que el acceso a cualquier tipo de estudio es inobjetable. Ésta y las próximas generaciones deberán estudiar cada vez más. Esto es capacitarse de la mejor manera posible para un mundo cada vez más competitivo.
Por otro lado, sería interesante que quienes tengan la iniciativa de emprender no tengan como limitante principal la preocupación por la falta de mano de obra, ya que es posible encontrar jóvenes profesionales decididos a regresar a Juárez, que sin embargo necesitan la confirmación de poder contar con un trabajo estable.
Si miramos la ciudad tal como era apenas 30 años atrás, vemos que la curva poblacional se mantiene plana, es decir con la misma cantidad de habitantes desde entonces. De todos modos, la ciudad de Juárez de aquel entonces era más próspera que la actual, lo que comprueba con sólo revisar las actividades que entonces se desarrollaban. Tan sólo algunos ejemplos: antes teníamos una empresa constructora; una fábrica de pantalones mucho más grande que la actual; un cine; tintorerías; tapicerías; agencias de autos; lugares donde los jóvenes iban tranquilos a bailar; fábrica de helados; un sanatorio y una clínica privada, además del hospital; grandes almacenes; agencia de maquinarias agrícolas; hoteles y restaurantes; en fin, podríamos seguir recordando y agregando cosas. Volver a aquel esquema -con emprendimientos que son rentables en otras localidades y que lo fueron en Juárez en su momento- es un reto abierto para las generaciones que se inician laboralmente, con el desafío de prepararse debidamente para iniciar actividades de distinto tipo que les permitan desarrollarse.
De los resultados obtenidos en la encuesta realizada a los adultos juarenses, ellos ven con buenos ojos la idea de la creación de un proyecto universitario. Pero un alto porcentaje no está dispuesto a comprometerse personalmente para acompañar activamente la construcción de este espacio educativo, con acciones por-activas para lograr este fin.
Es por esto que nosotros sí quisiéramos comprometernos con la creación de un espacio para PENSAR JUAREZ A FUTURO, acompañando a la nueva generación a definir el rumbo que deseen para mejorar el futuro local. Ayudarlos a convocarse para este fin, escucharlos e intentar hacer juntos algo no es un camino seguro pero sí un desafío importante e interesante. Si les parece que pueden apoyar esta idea, podemos tratar, juntos, de poner en marcha este proyecto.
La nota tiene interesantes tópicos o disparadores para un diálogo amplio, sobre los porqué de las cuestiones que plantea. En relación a el origen de la encuesta sobre la que basa los primeros párrafos no está claramente identificada la "encuestadora", y creo que hacerlo le aportaría un plusvalor. Me interesa las puertas abiertas al FUTURO que atraviesa la idea general, aunque creo que el análisis carece de un contenido histórico de porque suceden las cosas que allí se plantean como limitantes al desarrollo. Bienvenida esta página que recién conozco.