Día de acción por la tolerancia y el respeto entre los pueblos

24 de abril: Día de acción por la tolerancia y el respeto entre los pueblos

“Argentina es uno de ellos. Distintas disposiciones legales, sancionadas por el Congreso de la Nación, han reconocido el Genocidio Armenio. (Resolución del Parlamento del 29/06/94; Resoluciones del Senado de 19/06/85, 21/09/94 y 23/04/98). El 13 de diciembre de 2006, por ejemplo, el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación sancionaron la Ley N° 26.199 declarando el 24 de abril “Día de acción por la tolerancia y el respeto entre los pueblos”, en conmemoración del genocidio sufrido por el pueblo armenio. La misma fue publicada en el Boletín Oficial el 15 de enero de 2007” (*)

Esta fecha nos evoca la acción del Imperio Otomano por borrar al pueblo Armenio el 23 de abril de 1915 y la madrugada del día 24. Atacando a los religiosos, intelectuales, profesionales y toda persona de origen Armenio expulsándolos de sus hogares y deportándolos. Toda una maquinaria que se acciona para destruir y hacer desaparecer al pueblo Armenio.

Esta intolerancia absoluta, con una violencia enquistada en el Imperio Otomano se origina “tras la celebración del Tratado de San Stefano (1878), el Imperio Otomano, derrotado por Rusia, se vio obligado a aceptar la independencia de Rumania, Serbia y Montenegro, además de la semi-independencia de Bulgaria. En ese marco, intentó evitar la creación de un Estado armenio independiente, que consideraba previsiblemente favorable a Rusia, en el este de Anatolia y hasta el Cáucaso, territorios poblados desde hacía siglos por los armenios aunque sometidos al Imperio Otomano. De religión predominantemente cristiana, existen evidencias de la presencia Armenia en Anatolia desde el siglo VI A. C”. (*)

Para comprender el enrarecido ambiente creado por las políticas de intolerancia y desprecio por otro pueblo, lo describen las órdenes del Imperio a las tropas irregulares de cometer crímenes contra los armenios. Por estos hechos los armenios son empujados a rebelarse y resistir, y esto se convierte en un espiral de justificaciones para el Imperio que los acusan de “sabotaje y terrorismo”.

Por muchos años nos encontramos con una persistente negación de este hecho de violación a los derechos humanos, crímenes contra la humanidad (o de lesa humanidad) que contaba con la complicidad de los países y políticos que guardaban silencio encubridor y no surgía con fuerzas la denuncia de este hecho histórico.

Antes que se cumplieran el centenario de la matanza de la Turquía Otomana a los armenios, el Papa Francisco, sorprendió a todos el 2015 en una homilía en la Basílica de San Pedro reconociendo el hecho como un “genocidio”. Lo que llamó "el primer genocidio del siglo XX" la "horrible masacre" de hasta un millón y medio de armenios por parte de turcos otomanos durante la Primera Guerra Mundial.

El Pontífice afirmó que “hoy recordamos, con el corazón traspasado de dolor, pero lleno de esperanza en el Señor Resucitado, el centenario de aquel trágico hecho, de aquel exterminio terrible y sin sentido, que sus antepasados padecieron cruelmente”, por lo que es necesario recordarlos, “es más, es obligado recordarlos, porque donde se pierde la memoria quiere decir que el mal mantiene aún la herida abierta; esconder o negar el mal es como dejar que una herida siga sangrando sin curarla”.

Vivimos en un mundo creado en la diversidad y la necesidad de depender unos de otros. En este tiempo el lenguaje y los gestos nos deben conducir a integrarnos, a no olvidarnos de los demás, conscientes que también nosotros somos demás para los demás. El sol sale para todos. Este día es para decir no a la soberbia, si a la fraternidad entre las razas y los pueblos.

Juan Opazo Gallegos

. *(Textos tomados de educ.ar).