Adiestramiento del perro
🕔 10 de Marzo de 2016
Sin duda el perro es “fiel” amigo del hombre. Su ruta evolutiva de miles de años junto al Homo sapiens explica esta relación tan especial que la distingue con respecto a otros animales.
En diferentes actividades del Colegio, trabajamos en contacto permanente con ellos. Los alumnos, con gran interés, traen sus mascotas y estas son parte del trabajo aulico: ecografìas, identificación partes externas, observación de parásitos y diferentes patologías, exploración de las razas o sus cruzas, etc.
Tarde o temprano surge una pregunta: ¿Qué sabe hacer? y con un esbozo de alegría con mezcla de orgullo, los niños muestran que “pruebas” le enseñaron en el hogar. A veces, también presento las mascotas del Colegio: Braco, Rey y Gala. Entonces, atentos a las órdenes: obedecen un “quieto”, “junto”, “arriba”, etc. Posteriormente establecemos una discusión de cual es la metodología a utilizar para adiestrar a un perro.
Las siguientes palabras deben estar siempre presentes a la hora de lograr la confianza de un perro:
PACIENCIA / PERSEVERANCIA / PERSUACION / NO CASTIGO / CONSTANCIA / FELICITACION / COMPRENSION / TOLERANCIA
Los etólogos, profesionales que estudian el comportamiento animal han analizado profundamente esta temática. Existe gran variedad de bibliografìa al respecto y también personas que se dedican exclusivamente al adiestramiento de un perro.
A modo de ejemplo, cito algunas consideraciones que hacen a las reglas generales:
- No enseñar nunca 2 ejercicios o más a la vez. Cuando aprendió uno se le enseña el otro. El perro “graba” y luego reproduce.
- En lo posible, realizar las prácticas siempre a la misma hora. El can tambièn tiene su rutina y “reloj biológico”.
- Generalmente, en una semana aprende órdenes bàsicas que las adoptará para toda su vida.
- No intentar el adiestramiento antes de los 6 meses de vida para evitar frustaciones (del hombre).
- Los ejercicios no deben exceder los 15-20 minutos diarios.
- Siempre felicitarlo con la misma frase: Ej. “Bien”.
- Nunca pegarle, ni llamarlo para luego castigarlo.
- Utilizar una voz enérgica y firme de mando, generalmente de una o dos sílabas.
- Evitar ser enseñado siempre en un mismo medio.
- Antes de comenzar con los ejercicios, conviene que el perro juegue y atienda sus necesidades fisiológicas.
- No es conveniente darle como premio golosinas. Es mejor la felicitación y el cariño. El camino es más largo pero efectivo.
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Recordar:
El perro establece relación entre lo que se le dice, como se lo dice y lo que se está haciendo mientras se lo dice (señales).
Prof. Méd. Vet. Silvio G. Sanso / Mat. 8261
Colegio “Campos Verdes”