Editorial- Tratamiento de los Residuos
🕔 06 de Junio de 2016Hacia un Plan Integral de Tratamiento de Residuos
En diferentes oportunidades los visitantes a la “Capital de la amistad”, resaltan que se trata de una ciudad limpia. Sin duda que el esfuerzo de las distintas gestiones municipales y, principalmente, la de los vecinos comprometidos con esta causa ha dado sus resultados. Se observan avances en referencia a la recolección y manejo del tratamiento de los residuos, campañas de concientización y otros aspectos que hacen a la vida cotidiana de mostrar un “Juárez limpio”, principalmente en lo referente al centro de la ciudad.
La implementación del sistema de contenedores en esquinas y distintos sectores estratégicos suma a mantener una ciudad mejor cuidada. Sin embargo se podría avanzar, como ya lo han hecho otras localidades, hacia un Plan de manejo integral de los residuos.
La Ley Nacional N° 25.916 (de Residuos) tiene como objetivos proteger el ambiente y mejor la calidad de vida de la población. En ella se hace referencia al presupuesto mínimo para implementar la gestión de residuos domiciliarios a fines de minimizar impactos, el uso racional de estos con implementación de métodos y procesos, etc.
Es bien conocida la sigla “R” como forma de promover los distintos métodos.
Reducir: Consiste en disminuir el volumen de los desechos.
Reciclar: Transformación de los desechos en nuevos productos.
Reutilizar: Usar repetidamente algún material para un fin similar o distinto.
Recuperar: Alargar la vida útil de muchos productos.
Obviamente los vecinos, los primeros responsables de esta intrincada cadena de las ya famosa “R”. El único protagonista no debe ser el Estado en estos procesos. De hecho existen empresas que su rentabilidad se basa exclusivamente en alguno de los aspectos mencionados. Por ejemplo, los intentos de recuperar el aceite vegetal usado en distintos centros de acopio ha sido una experiencia ha repensar en nuestra ciudad.
Sin duda, un Plan Integral a mediano/largo plazo podría marcar el rumbo que pretende tomar una comunidad con respecto al tratamiento de residuos, no solo domiciliarios sino también en lo que hace a lo comercial/empresarial, de servicios e inclusive el sector agrícolo/ganadero. Se trata de políticas que van más allá de cualquier gestión o color político, necesitándose la profesionalización y el conocimiento en dicho ámbito.
El manejo integral de los residuos son manifiestos de la cultura de una comunidad, pero ese rumbo lo debe liderar quienes “nos gobiernan”: con vecinos concientizados, con consenso de instituciones intermedias, con innovación e inversión privada, con profesionales que hacen a la actividad.
Algunas ciudades van a la vanguardia y han implementado políticas que vislumbran un cambio estructural ambicioso. Van más allá de la erradicación de un basural a cielo abierto.
La mayoría de Municipios han implementado la separación en origen domiciliario, mejoras en la recolección y transporte, la reclasificación en planta, la venta o disposición final de los materiales, etc.
Otras gestiones lo han tomado como verdaderas políticas de estado: profundizando el compromiso ambiental desde lo gubernamental, permitiéndose innovar, invirtiendo en infraestructura, proponiendo una cultura de concientización con un plan que no parte siempre de las escuelas, sino también, en hacer cumplir ordenanzas vigentes y entrelazar compromisos con instituciones intermedias, atrayendo inversiones que se dedican a reciclar neumáticos, bidones de agroquímicos, propiciar la instalación de pequeñas plantas de procesamiento de aceite vegetal usado o de las misma semillas oleaginosas que se producen en la zona, producción de compost a escala mayor, manejo diferencial de residuos peligrosos y/o biopatogénicos, “canjes ecológicos”, etc.
¿Qué rumbo pretende surcar Juárez en este ámbito?