La familia nos identifica
🕔 22 de Enero de 2016La familia nos identifica.
El desarrollo de los pueblos ha sido uno de los grandes desafíos de los gobiernos bien intencionados de los cinco continentes, aplicando políticas que les han permitido, o permiten, posesionarse en medio del tiempo caótico en el que oscilan sus responsabilidades de conducir los destinos de un territorio. Identificamos así a los mejores gobernadores, a los que han dado respuestas acordes a las exigencias imperantes en sus realidades. En este momento no veo la necesidad de mostrar algún país o región que nos señale una respuesta ejemplificadora, sólo apelo a la memoria del lector para recordar los mejores gobiernos que se han conocido hasta hoy, de diversas corrientes de pensamiento y países.
¿Dónde me paro para mirar hacia las políticas bien encaminadas, que dan credibilidad a los que gobiernan? - Desde el lugar primario que es el sostén de toda institución terrena, sea cual sea su conformación, desde la institución originaria: La familia.
La familia es la entidad desde donde surgimos y nos ponemos de cara al mundo, desde donde salen las personas a empoderarnse de la sociedad. Es donde el desarrollo activo de participación toma su forma, en este espacio social, en este lugar muy querido pero muchas veces desprestigiado.
Uno de los mayores desafíos que tenemos es devolverle a la familia el lugar que le corresponde, de fortalecerla en todas sus formas de expresión.
Rescato la experiencia de una familia amiga que nos puede ayudar a reflexionar. La misma está conformada como una familia tradicional donde el gobierno de la casa siempre fue de los esposos, con una paternidad preocupada y ocupada por sus hijos, con espíritu de trabajo y la integración permanente de la prole al universo de las responsabilidades a medida de su crecimiento personal.
La vida común se compartió entre las actividades rurales y la integración en un pueblo con escasa población, que obligó a enviara a los hijos a estudias a una ciudad cercana por la falta de un colegio secundario.
Esta familia se convirtió a través de los años en el espacio de educación activa para todos sus integrantes, donde el valor de la palabra y del trabajo marcaba el ritmo cotidiano, en la organización diaria, en el aprendizaje y en el cumplimiento de cada tarea encomendada. Sumando el ejercicio del trabajo como parte de las alegrías de vivir.
Los hijos encontraron en los padres un timón fuerte, seguro de su derrotero, arraigado en el amor mutuo y el cariño que les dispensaban a ellos.
La solidez de esta experiencia familiar se descubre en ciertas reglas claras y simples. La familia se fue haciendo una responsabilidad común desde un compromiso asumido por los padres. El liderato fue siempre positivo, perfectible y no transferible hasta que cada hijo asumió sus propios compromisos laborales o matrimoniales.
Los vínculos que la fundaron perduran en el tiempo, los lazos afectivos son la mayor ligazón, que al mismo tiempo permitieron la libertad de cada uno, también acompañaron la inevitable experiencia del dolor que aparece en las personas.
Antes de finalizar esta reflexión es bueno contarle, amable lector, que no escribo sobre un “grupo familiar perfecto”, sino del acercamiento a los valores que identifican a otras familias e invitarlos a redescubrirlas en nuestro pueblo o en otros lugares.
El desarrollo de los pueblos tienen sus cimientos en las familias, desde este lugar tenemos que mirar para donde queremos que vaya el mundo, es aquí donde se deben sembrar las mejores semillas y los perdurables valores humanos.
Juan Opazo Gallegos
Es grato leer este articulo que resalta la importancia de la solidez, amor, unidad y la fuerza que se puede llegar a lograr en una familia, aun siendo imperfecta. No cabe duda que la familia es la base fundamental de la sociedad, es allí donde se cultivan los valores que perduran de generación en generación. Muy bueno.
Muy buen artículo,sin duda alguna la familia es la base de toda sociedad.................