Entrevista con Silvina Irouleguy
🕔 17 de Noviembre de 2015¿Cuántas personas se acreditaron?
Alrededor de 130 personas. A esto hay que sumar a las personas de la comunidad que no necesitan acreditación para participar del Congreso.
¿De qué países nos visitaron?
España, Costa Rica, México, Chile y Colombia.
¿Qué implicancia tuvieron los safaris preSopa en relación al Congreso?
Los safaris fueron una estrategia de preparación del congreso a nivel comunitario y patrimonial. Los objetivos eran los siguientes:
Objetivos generales
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Involucrar a los habitantes de B. Juárez para lograr un ambiente de mayor conciencia ciudadana.
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Mostrar la ciudad y la periferia a los ciudadanos para que conozcan distintos valores (arquitectónicos, históricos, naturales, artísticos y socio- culturales) como parte de una estrategia de revalorización del acervo local destinada a posicionar a la ciudad como sitio de importancia turística y patrimonial.
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Institucionalizar la propuesta a fin de que se sostenga en el tiempo y forme parte de la grilla de actividades recreativas y culturales coordinadas por el Estado, escuelas y ONGs.
Objetivos particulares
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Intercambiar experiencias con diversos actores de la sociedad.
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Difundir en los niveles local, regional y nacional los valores patrimoniales de Benito Juárez.
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Crear lazos de sociabilidad entre los jóvenes en el marco de salidas amenas.
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Profundizar el conocimiento de lo propio entre las nuevas generaciones con el fin de perpetuar la memoria colectiva.
¿Se pudo realizar el programa previsto?
Se realizó el programa previsto. Sólo faltó la exposición del Arq, Moreno y la presentación del libro de José Luis González (que se realizó una semana antes).
¿Cuáles han sido las fortalezas de esta experiencia?
El trabajo en redes para la organización, con instituciones de la comunidad (escuelas - EES 2, 3 y 4, Campos Verdes, IPDP, Centro de Formación Profesional, EEE 1, Centro de Educación Complementaria 1, EET 1, Instituto del Sudeste-, LIPOLCC, Asociación Popular de Cultura, El Sombrerito, Agrupación Criolla, Despertares, Taller Protegido, Juárez Foto Club, …) y extrañas (Underground Arqueología, ICOMOS, CIEP – UNICEN), instancias gubernamentales (Dirección de Cultura, Concejo Deliberante, Intendente Municipal y Secretaría de Hacienda, Consejo Escolar,…) y privados (Campoamor Hnos – como empresa- y personas particulares, entre ellos los cantores).
El financiamiento del Congreso, que en un altísimo porcentaje fue afrontado por la comunidad (con el aporte de espacios, elementos y servicios) y por los asistentes.
La participación de disímiles actores sociales en las propuestas del Congreso: docentes y estudiantes universitarios, especialistas en áreas relativas a las temáticas propuestas – arqueólogos, arquitectos, museólogos, gestores culturales, ingenieros agrónomos, docentes -, estudiantes terciarios, secundarios y primarios, gente de la comunidad – bailarines, cantores, ceramistas, plateros, domadores, sogueros, asadores, amas de casa -. Este es el mejor reflejo de la comunidad como protagonista de la cultura.
¿Qué le aportó el Congreso a nuestra comunidad? ¿Se abren nuevas oportunidades?
Visibilizó a B. Juárez: lugares, instituciones, personas que desconocían su existencia, la incorporaron y experimentaron el accionar de una comunidad organizada. A través de las redes sociales, en diversas universidades de América y España, en publicaciones de llegada internacional, apareció la propuesta del Congreso y, con ello, nuestra ciudad.
Permitió tomar contacto con contenidos relativos a la cuestión patrimonial desarrollados en diversas regiones.
En cuanto a las oportunidades, volver a tomar contacto efectivo con instituciones como ICOMOS y el CIEP abre nuevos caminos de acción. Ya están los primeros contactos para desarrollar algunas propuestas con Turismo, por ej.
Por otro lado, a pocos días del congreso nos escribieron desde Colombia por el interés que había despertado el proyecto HUELLAS.
¿Cómo se articuló la actividad con los establecimientos educativos?
A los establecimientos educativos, como a las otras instituciones participantes, se les planteó la idea del Congreso y del Pre Congreso en las reuniones comunitarias de noviembre, febrero y agosto. También se planteó la propuesta a la Jefatura Distrital y a las inspecciones de nivel.
El Congreso propuso una gran variedad de actividades: ¿Considera que los juarenses acompañaron la iniciativa según las expectativas de la organización?
Consideramos que la comunidad acompañó muy bien cada una de las propuestas. Con distintos públicos, la asistencia a las actividades desarrolladas superaron a los acreditados.
Por supuesto que no era una de nuestras expectativas el tener una concurrencia masiva. Como todas las propuestas, esta interpelaba especialmente a un grupo… sin embargo, la variedad de las actividades permitió que se acercaran diversos públicos.
La interacción entre el medio rural y urbano están fuertemente entrelazados en nuestra comunidad. SOPA nos aproximó a nuevos descubrimientos ¿Qué rescata de estos?
Creo que B. Juárez es una localidad fuertemente enraizada en la ruralidad. Nuestra economía, nuestras interacciones, nuestras formas de decir y hacer, son más próximas a la ruralidad que a las grandes urbes. Por esto, la ciudad era un medio ideal para el desarrollo del Congreso.
Una de las chicas chilenas decía que “al principio no entendía por qué lo habían organizado tan lejos… pero ahora que lo viví, sí lo entiendo y creo que no podría haberse hecho en otro lado”.
Este evento nos sumergió en el conocimiento de tiempos de antaño, en la actualidad… ¿En qué nos ayudó para proyectarnos cómo comunidad?
Para mí, lo más importante es darnos cuenta que podemos trabajar unidos en pos de objetivos comunes; respetándonos en nuestras diferencias, colaborando con los otros en las diferentes propuestas, creando con originalidad en el marco de un todo que nuclea… Me parece que es más que interesante descubrir que, como comunidad, pudimos desarrollar tan variadas acciones en el marco del SOPA y sentir que lo hacíamos juntos.