Aniversario de la Fundación de Benito Juárez

Aniversario de la Fundación de Benito Juárez.

Don Mariano Roldán, al fundar esta población-junto con otros pioneros-, solicitó que llevara el nombre del estadista mexicano Benito Juárez, que vivió entre los años 1806-1872. Al cumplirse un nuevo aniversario de esta fundación, las ponencias de Josefina Zoraida Vázquez en su libro “Juárez el Republicano”, de Fuentes Mares  escritor- historiador- filósofo e historiógrafo mexicano, de la prensa de su tiempo y de cartas del mismo Benito Juárez, justifican la elección de su nombre para nuestro partido, porque revelan de él, lo que dijo e hizo bien, a pesar de las opiniones de sus detractores.

“Al entrar a la ciudad de México el 11 de enero de 1861, Juárez era ya un político experimentado, capaz de mediar entre las facciones liberales, así como de incorporar opositores y mantenerse a flote en medio de las tempestades”. Fuera de sus rasgos físicos, quedaba poco del zapoteca que había dejado Guelatao para aprender lo que no sabía. Don Benito había sufrido la transformación de identidad que produce la verdadera educación y, sin abandonar el compromiso con los problemas de los desposeídos y de su etnia de origen, era un oaxaqueño liberal, cuyas preocupaciones habían traspuesto los horizontes locales y se identificaban con las de los liberales del mundo de su tiempo. “Construyó su imagen de civil republicano, estoico y austero, capaz de enfrentar la adversidad con la impasibilidad de un verdadero estadista. Para mostrar la distancia que separaba a un gobierno civil y liberal de la dictadura santanista que le había precedido, eligió la austeridad como sello de su gobierno” (Zoraida Vázquez).

Fuentes Mares, resume sobre Benito Juárez: “Juárez era vencedor indiscutible, no el hombre de bronce de los textos escolares… sino el dúctil, maleable hombre de caucho o de plomo. El hombre que sin problemas de conciencia tomaba decisiones prácticas. El que sin pestañear sacrificaba los escrúpulos a sus fines: el verdadero hombre de Estado”

Benito Juárez fallece en ejercicio de la presidencia. La prensa que lo había convertido en blanco de sus ataques enmudeció. El Siglo Diez y Nueveen un editorial del día 20, hizo una mención respetuosa: Ante la tumba que se acaba de abrir, todas las pasiones enmudecen. La personalidad política del C. Juárez pertenece hoy más a la historia, cuyo buril inflexible y severo le asignará el lugar que de derecho le corresponde, siendo incuestionable que su recuerdo vivirá siempre en México por hallarse ligado con dos de las épocas más importantes de nuestra vida pública.

Benito Juárez escribe a Matías Romero el 26 de enero de 1865: “Que el enemigo nos venza o nos robe, si tal es nuestro destino; pero nosotros no debemos legalizar ese atentado entregándole voluntariamente lo que nos exige por la fuerza. Si Francia, si los Estados Unidos o cualquier otra nación se apodera de algún punto de nuestro territorio y por nuestra debilidad no podemos arrojarlo de él, dejemos siquiera vivo nuestro derecho para que las generaciones que nos sucedan lo recobren. Malos sería dejarnos desarmar por una fuerza superior, pero sería pésimo desarmar a nuestros hijos privándolos de un buen derecho, que sin duda otros más valientes, más patriotas y más sufridos que nosotros, lo harían valer y sabrían reivindicarlo algún día.”

Así escribe a Maximiliano el 28 de marzo de 1864: “Es dado al hombre, señor, atacar los derechos ajenos, apoderarse de sus bienes, atentar contra la vida de los que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes un crimen y de los vicios una virtud; pero hay una cosa que está fuera del alcance de la perversidad, y es el fallo tremendo de la historia. Ella nos juzgará”.

Delia Ojeda -nacida en Benito Juárez- Docente en diferentes escuelas del distrito de Benito Juárez. Hoy jubilada. Escritora de ensayos, relatos y poesías.