El General San Martín

“La Patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas estrategias, ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios  se sostiene. La patria nos es abrigadora de crímenes”

                                                                         José de San  Martín

El padre de la patria debe ser recordado en la memoria nacional, merece ser humanizado tal cual fue, hombre de carne y hueso, y no el héroe de bronce que todos conocemos.

La época en que San  Martín pensaba y peleaba, los liberales defendían  los derechos humanos y los principios de igualdad que enmarcaban las dos revoluciones inglesas y la francesa. Por ese entonces se afirmaba que querer contener con la bayoneta el torrente de la libertad  es como pretender esclavizar  a la naturaleza.

Hijo de Fernando de Alvear y una india guaraní, fue entregado a la familia San Martín como hijo adoptivo. Luego partió a España a estudiar la carrera militar. Nunca imaginó que estaba pisando  el suelo de donde saldrían 30 años más tarde expediciones enteras para eliminarlo.

Un único combate libraría en territorio argentino. Políticamente el combate de San Lorenzo aumentó el prestigio de San Martín, y disipó las dudas de quienes como Rivadavia  desconfiaban  de su larga permanencia en los ejércitos españoles.

Se casó con Remedios de Escalada con la cual tuvo su única hija, Mercedes.

Ayudó a Manuel Belgrano con el ejército del norte, de quien pensaba que era el más metódico de América del Sur.

Fue más americanista que argentino. Anhelaba la libertad de sus pueblos.

Amaba a los indios, sus hermanos, y los consideraba los verdaderos dueños de estas tierras. Estos, también le ayudaron a cruzar la cordillera. Puso Lautaro a su logia, indio chileno  que mató a Valdivia, conquistador español que exterminó a su familia. Ya adulto, Lautaro reunió a su gente y mató al español  de una manera peculiar. Hirvió oro y plata y se lo hizo tragar.

Liberó otros países ... y cuando pensó que su obra estaba terminada, transformándose en una epopeya única, sin derramar sangre de hermanos y sin acatar órdenes que no convenían a su sano proceder buscó  su hija y se fue a Europa.

Remedios, su esposa, ya había fallecido. San Martín para ese entonces sufría asma, reuma, úlceras, ceguera . .

Aquel 17 de Agosto de 1850 en Boulogne Sur Mer amaneció nublado, pidió a Mercedes que le leyera los diarios. Afuera el mar se agitaba en tempestad. Era las tres de la tarde y cuando un cóndor agitaba sus alas sobre  la cordillera de Los Andes moría el hombre que tanto había hecho por los pueblos de América del Sur,comenzando a ser el ejemplo de aquellos que se pusieron al servicio de las ideas revolucionarias que guiaron la emancipación americana.

Edith Quiñones