Compost a nivel familiar

Lombricompuesto

Eisenia foetida, es el nombre científico de la lombriz californiana. Originaria de Europa corresponde a una de las más de 8.000 especies de anélidos que habitan nuestro planeta.

La vermicultura es la actividad relacionada con la producción de lombricompuesto a partir del manejo de las lombrices. La más difundida de estas es la roja o californiana, nombre vulgar que deriva de EE. UU. ya que ha sido el país promotor de su desarrollo productivo.

La elección de esta especie en la utilización productiva es a causa de ciertas características que la identifican:

• Rusticidad: Se adaptan a distintas condiciones ambientales (Temperatura: 22 °C con un rango de +/- 10 °C y Humedad 70%).
• Prolificidad: Son hermafroditas. Gran capacidad reproductiva, en condiciones ambientales óptimas logran descendencia de aprox. 3.000 individuos por año, ya que cada huevo (cocon) contiene 25 lombrices, las cuales en 21 días están en condiciones de volver a reproducirse.
• Voracidad: Consumen alta cantidad de materia orgánica, alcanzando a ingerir hasta el 80% del peso de su propio cuerpo.

Sumado a las bacterias, hongos y gusanos son los principales descomponedores al momento de decidir la implementación de una compostera a nivel familiar.

Con respecto al manejo es importante destacar que la respiración es en forma cutánea (piel) por lo tanto la oxigenación de la compostera con movimiento de tierra (ej. rastrillo) es primordial y un exceso de agua les impide el normal intercambio gaseoso. Este aspecto, junto a la temperatura y humedad definen la viabilidad de la producción del lombricompuesto.

La alimentación de estos individuos se ve favorecida por la trituración previa de la materia orgánica y/o procesos prefermentativos. Son capaces de transformar x 5 el contenido de Nitrógeno consumido y x 7 el de Fósforo, dos de los micronutrientes esenciales para un buen fertilizante natural. Cuando el lombricompuesto está en condiciones de ser utilizado presenta textura semejante a la del café molido.

Con un pequeño núcleo de 100 lombrices, valor de mercado aprox. $50, se puede comenzar con un emprendimiento familiar con distintos modelos de lumbricario (cajones, tambores, tablones en tierra, etc.).

Un pequeño espacio del patio puede ser destinado a este tipo de producción, no solo con el objetivo de lograr la venta de fertilizante natural, sino con la mirada del manejo de los residuos orgánicos y la propia producción de abono para uso particular.

Adjuntamos un tutorial del INTA que amplía la información.

Alumnos de 7° Año Esc. Agrop. N° 1 “Cayetano Zibecchi”