La culpa no es del perro si no de quien le da de comer

🕔 19 de Febrero de 2016

PARTE 2

Meses atrás hice referencia a la problemática del perro callejero en una Nota de Opinión (Ver Nota a continuación). Lamentablemente, retomo el tema ya que ha sido y será recidivante en nuestra comunidad mientras no "se tomen cartas" en el asunto y donde las consecuencias serán más graves de las que seguimos vivenciando diariamente.

¿De quién es la responsabilidad?

DEL PERRO NO...! Es dificil analizar porque el hombre es capaz de  tomar la desición tan vil, mediocre y poco inteligente de envenenar un perro callejero. Además de ser una de las formas más crueles del sufrimiento animal (contracciones espasmódicas que el sistema nervio central, imposibles de "controlar"), el afectado y quienes lo socorren intuyen que la vida se acaba. Imagine un niño viviendo esta experiencia.

Es probable que el envenenador suponga que así solucionó un problema. Hay malas noticias. Pronto habrá nuevos y más perros por su barrrio.....

Retomando el tema de las responsabilidades:

* El vecino argumenta y defiende que hay que darle de comer en la calle ... Entonces el can comienza con su "sentido de pertenencia" y defensa. Consecuencia: Perro mordedor.

* El vecino lo pasea sin correa y justifica que lo controla. Consecuencia: Perro que orina y defeca en lo del vecino.

* El vecino lo suelta a la noche o madrugada. Consecuencia: Perro que rompe bolsa.

* El vecino denunció a su vecino: el Estado no responde.

* Causa de envenenamiento: No se sabe.

* Ordenanzas vigentes: No se cumplen.

* Perro del vecino llega a la perrera. Vecino denuncia malos tratos y que los otros perros lo atacaron....

* La Escuela se sumó a la campaña de concientización. El alumno fue a la casa y vivencia que el vecino, o lo que es más grave su familia hace "todo lo contrario" y no observa "castigo" o multa correspondiente. Consecuencia: El estudiante comienza a descreer de la vida ciudadana.

Se podrìa seguir con un sinnúmero de punteo que hacen a la responsabilidad del ciudadano y el Estado, pero lo más grave es que el problema se acrecenta cada vez más.

Existen dos tipos de perros que deambulan: Los sin dueño, que son los menos, y los que tienen dueño y/o son del barrio  cobijados/alimentados en la calle (dueño encubierto).

Mientras el vecino siga con estas prácticas el problema se verá agravado. Pero el vecino no "demuestra" deseo comunitario de resolver el problema. Entonces, los que gobiernan deberán repensar ¿Cuál es la forma de solucionar esta problemàtica social? Herramientas existen y las metodologìas pueden ser otras a las que se aplican actualmente, porque evidentemente no alcanzan.

SE NECESITA DE UN CONVENCIMIENTO JUARENSE QUE HAY QUE SOLUCIONAR ESTE PROBLEMA Y NO ARGUMENTAR/JUSTIFICAR CONTINUAMENTE DE PORQUE EL PERRO "CON DUEÑO" DEAMBULA EN LA CALLE.

EL MUNICIPIO DEBE IMPLEMENTAR OTRAS MEDIDAS QUE SUMEN  A LA CASTRACION, EXISTEN NORMATIVAS VIGENTES.

En Parte 1 se reflexiona sobre posibles medidas que acerquen pequeñas soluciones (patrullas de concientización, acciones con Colegio de Veterinarios, ampliar castraciión con profesionales privados, aplicar normativas, capacitación de técnicos para el manejo del perro callejero, etc.)

De algo no hay duda:

"La culpa no es del perro sino del que le da de comer"

 

 

PARTE 1

Se estima que en nuestra comunidad habría, aproximadamente, un perro cada 4 o 5 personas. Por lo cual, serían alrededor de 3000 los canes de Benito Juárez. Éste no es un dato oficial, proveniente de un censo, pero es una estimación basada en estadísticas de localidades de características similares a la nuestra, las cuales han trabajado en los últimos años la problemática del perro callejero.

Es relevante el trabajo de castración que viene desarrollando gratuitamente la Municipalidad. Sin embargo, cualquier colega podría afirmar que esta estrategia no alcanza a paliar los problemas que ocasiona el “mejor amigo del hombre” al andar libremente por las calles. Tampoco la solución de fondo es seguir construyendo “perreras”. Los animales confinados se lastiman y hasta se matan, por diferencias de edad y conducta. No es viable encerrar cientos de perros. 

Suponiendo que a un vecino “le llevan” el perro a la perrera y se lo devuelven en condiciones inapropiadas de salud...Un aspecto importante para reflexionar es la responsabilidad de alguien que tiene un perro, ya que hay centenares de ellos que tienen dueños y andan sueltos, haciendo de las suyas por las casas de los vecinos, principalmente en horario nocturno.

¿Será un problema de educación? Y entonces, está nuevamente el rol de la Escuela. Cualquier docente puede explicarle a un alumno determinada norma vial pero si al salir del establecimiento el niño ve que el propio docente no la cumple o, lo que es más grave, que sus propios padres incumplen distintas normas al llevarlo o traerlo al Colegio, entonces esto no alcanza. Sigue teniendo fuerza la frase “El ejemplo educa”.

¿Y el rol de los legisladores? Ya existen distintas leyes, normas y otras yerbas. No es necesario volver a legislar sobre el tema. Es necesario dar cumplimiento a las normas que ya están promulgadas.

Por otra parte, los médicos veterinarios no estudiaron para esterilizar animales gratuitamente. Sería lo mismo que solicitarles a los que legislan o a cualquier otra persona que dejen de cobrar su sueldo por hacer su trabajo. No cobrar por una práctica profesional es una decisión estrictamente personal y existen  ámbitos pertinentes, como los Colegios Profesionales, para discutir estas cuestiones.

Los perros sueltos acarrean muchos problemas y consecuencias negativas para una comunidad como suciedad por ruptura de bolsas de residuos, transmisión de enfermedades zoonóticas, demanda de mayor cantidad de recursos humanos y monetarios del sector sanitario y hasta discordias, a veces,   violentas entre vecinos. Entonces, no sería hora de pensar en una política a largo plazo para esta clase de problemas que se prolongan en el tiempo y que, lamentablemente quizás se agraven.

En relación a ello, habría que pensar algunos aspectos:

¿Es viable multar económicamente a los dueños de perros que anden sueltos y que estos fondos se destinen al programa de control de la población canina?

¿Es justo que el Estado realice castración gratuita a todos los perros o sería mejor que aquellas familias con determinado poder adquisitivo paguen por ello, redireccionando estos recursos para el mismo programa?

¿Es posible implementar un programa con veterinarios del ámbito privado donde la esterilización canina y la educación escolar estén presentes?

¿El Círculo de Veterinarios, los Colegios de Profesionales y las Asociaciones protectoras de animales (con su loable tarea) tienen algo para aportar a la problemática?

¿Es necesario incrementar el número de técnicos y/o profesionales del ámbito municipal para trabajar en distintos aspectos de esta problemática, como por ejemplo concientización, esterilización, patrullajes urbanos, etc.

¿Es posible implementar capacitaciones permanentes aunando esfuerzos del sector estatal y del privado y no gubernamental?

¿Podemos imitar acciones de otras comunidades de similares características que hayan logrado soluciones superadoras? ¿Qué estrategias han dado los mejores resultados?

Quizás existan distintas o mejores ideas para aportar. Lo importante es aunar esfuerzos en la solución de esta problemática, que sin duda el Municipio por si solo no podrá resolver, sobre todo por tratarse de una conducta social.

 

Méd. Vet. Silvio Guillermo Sanso / Mat. Pcial. 8201

Nota publicada: 19 de Febrero de 2016
  1. micaela albano 20 Junio 2016

    todo queremos mucho a los perros,pero no todos los cuidan como debieran. los degan solos en la calle permiten que defequen en las veredas si no son bacunados pueden trasmitir enfermedades al que dar rompen las bolsas de la bosura por eso si los queremos cuidemoslos hay una posible solucion Retirar los perros callejeros.


  2. Eugenia 21 Febrero 2016

    Muy interesante la nota, Creo que es importante conocer las políticas públicas y las legislaciones relacionadas con los perros en nuestra comunidad, Enseñar a la gente que nos rodea el amor y la bondad hacia los perros y a todos los animales; y el cariño que un animal nos puede dar; Incentivar a la adopción de perros; Responsabilizar a cada familia por el perro que tiene, tal como que no ande suelto en la calle sin compañía del dueño; Respetar la naturaleza y los espacios de nuestros vecinos, cuando paseamos a nuestro perro. Deberíamos trabajar en equipo, la escuela, el municipio, las entidades protectoras de animales y cada vecino de Juárez para encontrar una solución a esta problemática y así no dejar en manos de un grupo de personar determinadas que se tomaron el atrevimiento de implementar la “solución” que les pareció más acertada, que a mi entender no es una solución sino una manera fácil de terminar un problema sin responsabilidad y con muy poca compasión hacia los animales y que claramente con dichas acciones no aportaron nada a la comunidad y mucho menos lograron alcanzar el objetivo que supongo se habrán planteado para tomar tan drástica decisión.


  3. Edith quiñones 20 Julio 2015

    MUY BUENA NOTA - SOBRE TODO , ESCRITA POR VOS , QUE TENES TANTO AMOR POR ELLOS .


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