Hay mucho por hacer.

🕔 25 de Julio de 2015

Hay mucho por hacer.

 

La invitación ya presentada, y que está en movimiento a través de este sitio Web, pone sus energías por captar una vigorosa comunicación con los internautas, proponiéndoles la tarea de pensar su realidad y asumir algún compromiso con el futuro de nuestro pueblo.

Los versos que señalo aquí corresponden al poema En Paz, de Amado Nervo (Mexicano). Me he tomado licencia de citarlos para hacer pie en la reflexión de esta oportunidad:

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,

porque nunca me diste ni esperanza fallida,

ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino

que yo fui el arquitecto de mi propio destino.

El último hemistiquio, arriba citado: “que yo fui el arquitecto de mi propio destino” me invita a mirar el presente de mi persona, su dinámico tránsito por este mundo, su incierto mañana y sus esperanzas que me empujan a no quedarme a la deriva.

El individuo que seré mañana se esta formando hoy, en este tiempo que no retorna; hoy estamos moldeando nuestra imperfecta vasija de barro, en la que cabrán todas nuestras dichas y desdichas, nuestros triunfos y fracasos, nuestras pasionales experiencias y nuestras soledades.

No vivimos en medio de un desierto, estamos juntos a otros que son familia, amigos, vecinos ..,coetáneos todos. Nuestro destino esta innegablemente ligado a los demás. Lo que comprende que tenemos que hacernos responsable de los otros, nunca en abstracto, siempre en sus personas con nombres y apellidos. En la idea del próximo - prójimo.

Si bien, en los trabajos que realizamos, no pensamos en quien será el beneficiario de nuestro esfuerzo, siempre detrás de cada uno de nuestros eventos tendrían que estar los demás. Concientes y responsables de ser un demás para los demás, vinculados por fuertes cadenas de pertenencia a la misma sociedad.

Arquitectos de nuestro destino. Reconociendo lo que ya existe, nos tenemos que convertir en autores de nuevas realidades en el orden local, creadores de proyectos posibles y sostenibles. También deberíamos involucrarnos poniéndole el hombro a alguna ONGs, asociándonos a un club del barrio, al trabajo vecinal, atendiendo enfermos, en algún voluntariado. Sin dejar de apostar a la generación de nuevas fuentes de trabajo, atrayendo nuevos intereses económicos para el pueblo, motorizando todo lo que permita llevarnos al crecimiento real.

Para no perder el itinerario poético inicial, digo: Las personas se forjan sometidas en la fragua de esta vida. Los resultados de sus actos serán los que engrandecerán o echarán por tierra los sueños de un mundo renovado en nosotros.

Hay mucho por hacer. Se requiere un espíritu a la altura de los desafíos, frente las arrolladoras circunstancias de este tiempo. Nada en esta vida está demás, toda faena y su cansancio suman, no importa cual sea si éste lleva en su interior las semillas del Bien. Todos podemos contribuir a hacer grande a nuestra comarca.

 

Juan Opazo Gallegos

Nota publicada: 25 de Julio de 2015
  1. Rosa Flavia Lara Manríquez 18 Agosto 2015

    Merecida reflexión sobre la vida sobre el pasado el presente y lo que seremos, la lucha por seguir construyendo nuestro destino, si bien es cierto Dios tiene mucho que ver en esto, nosotros también hacemos lo nuestro. De ahí que somos arquitectos de nuestro destino. Nace la capacidad de reconstruir los desaciertos de los sueños fallidos y no quedarse jamás a la deriva.


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