Juarenses pensando Juárez
🕔 07 de Marzo de 2016A propósito de Pensar Juárez o de Juarenses pensando Juárez
Las comunidades progresan, en gran parte, porque desarrollan anhelos comunes. Ello permite hacer sacrificios por los demás y por las generaciones futuras. A los juarenses les va saliendo Juárez, pero la invitación a reflexionar es muy estimulante y a lo mejor empezar a pensarlo ayuda para que nos salga mejor.
La invitación a sumarse a esta propuesta a través de esta página Web, va más allá de los efectos concretos. Muchas veces no se duda, y en el mundo de la ciencia eso pasa muy poco. Uno duda y se hace preguntas todo el tiempo. Quizás esté bueno plantearnos objetivos y comunicarlos al resto de la población, incluidos, porque no, nuestros representantes y dirigentes. Está bueno pensar sobre dónde estamos y hacia dónde queremos ir en materia de salud, educación, empleo, identificando metas comunes que permitan avanzar en los próximos años. Uno de los temas prioritarios y que, sin duda, más atención concentra es la educación. Otro, es el de integrar el mercado de trabajo con el sistema educativo y de formación profesional. Hay un número importante de objetivos particulares que provocan adhesión casi completa, como lograr deserción cero en la escuela secundaria, aspirar a que muchos de los egresados secundarios que se van a estudiar carreras universitarias regresen al graduarse o, atraer a industrias y a personas de otras localidades para que se radiquen con trabajo en la ciudad.
Un gran científico alemán describió los tres pasos que se requieren para concebir las ideas creativas: saturación (llenarse la cabeza con el problema que uno quiere resolver), incubación (pensar en él consciente o inconscientemente) e iluminación (cuando la lamparita se enciende y surge la idea). Quizás muchos de nosotros caminamos los 2 primeros pero nos falta dar el tercer paso. Pero creo que lo destacable es que empezamos a recorrer el camino. Nada debe parecer imposible de cambiar. Es importante sacarse de encima los prejuicios que impiden el progreso y ser audaces con la imaginación. Siempre hay que preguntarse: “¿por qué no?” y no resignarse a no haberlo intentado. Después de todo, creer posible algo es hacerlo cierto.
Por Mariel Sanso