Gestión e igualdad educativa

Gestión e igualdad educativa.

Actualmente, los servicios educativos de la Pcia. de Bs. As. se encuentran enmarcados dentro de la gestión estatal y/o de la privada. Ésta última depende de la DIPREGEP (Direc. Pcial de Gestión Privada). Ambas gestiones, a su vez, responden a la Direc. Gral de Cultura y Educac. compartiendo normativas comunes tales como ciertas exigencias edilicias, títulos docentes habilitantes, contenidos a desarrollar, objetivos a ser alcanzados por los alumnos, capacitaciones en servicio, participación en diferentes programas (Olimpíadas, ferias de ciencias, proyectos solidarios) y, lo más importante de todo comparten el Diseño Curricular. En otras palabras, el Estado propone contenidos únicos e iguales para todas las escuelas para ser abordados en tiempo y forma.

El Representante Legal, quien representa al propietario, es una figura propia de la gestión privada. Sus principales funciones son la designación de los docentes, el control de las licencias, la gestión de los estados administrativos y contables, entre otras.

Ambas gestiones también se diferencian en relación a la figura propietaria. En la gestión estatal, es el Estado y en la privada, puede ser una persona física, una asociación civil, una fundación o, también, el propio Estado. La posibilidad de que el Estado gestione por intermedio de la DIPREGEP es una situación desconocida para muchos, pero es el caso por ejemplo, del Instituto Superior del Sudeste de nuestra ciudad.

Cada propietario del servicio educativo debe afrontar los pagos de sueldos, impuestos, tasas municipales, alquileres o construcción de inmuebles, materiales de estudio, mobiliarios y otros gastos e inversiones necesarios para garantizar el servicio. Además es responsable civilmente.

Con respecto a las subvenciones se dan diferentes situaciones, que en el caso de Benito Juárez podríamos ejemplificar con algunas instituciones: No subvencionado (Colegio Campos Verdes Nivel secundario), parcialmente subvencionado (Despertares, Pecas de Sol y Colegio Campos Verdes Nivel primario) y totalmente subvencionado (Colegio Inmaculada Concepción e Instituto Pedro Díaz Pumará). Estos fondos son destinados exclusivamente al pago de sueldos de la oferta programática, es decir a lo estrictamente curricular. Todos lo demás no se incluye en la subvención, incluso los talleres u ofertas extracurriculares deben ser abonados por el propietario.

Desde el regreso de la democracia a la fecha, sin excepción de gobierno alguno, es llamativo el incremento de la matriculación en los servicios de educación privada. En la actualidad, casi el 50% de los alumnos de nuestra provincia optan por la educación privada, y esta realidad ocurre en cada una de las 25 regiones educativas que comprende nuestra provincia. Existen distintos motivos por los cuales las familias toman esta decisión y nadie mejor que estas para dar las razones de su elección.

Existe otra realidad, los distintos gobiernos apoyan fuertemente a la DIPREGEP en este estado de situación simbiótica entre ambos, donde las escuelas privadas actúan como una especie de pulmón oxigenante del propio sistema educativo.

La primera pregunta es: ¿Por qué se da esta situación?

A modo personal, pienso que el apoyo de los gobiernos a la DIPREGEP se debe fundamentalmente a la forma de gestionar. Desde el punto de vista económico, el aporte que hace el Estado (es decir, nosotros los contribuyentes) no es despreciable.

Si bien, en ciertos casos, el Estado destina fondos para el pago de sueldos a un tercero, éste se hace responsable de la garantía del servicio educativo, incluyendo todos los gastos e inversiones descriptos anteriormente. Además la responsabilidad civil recae en la figura propietaria privada. Por estos motivos, la inversión educativa (sueldos exclusivamente) por intermedio de la DIPREGEP, es valorada por el mismo Estado. Además los servicios privados ofrecen un nivel de calidad educativa superior al de la media, atendiendo también matrícula de alta vulnerabilidad en situaciones especiales. Pero, como en todo rubro, siempre existen excepciones a la regla y están presentes escuelas privadas que no satisfacen las demandas de las familias.

Actualmente se destina aproximadamente el 6% del PBI a Educación, siendo el mayor aporte económico de la historia. Las estadísticas oficiales señalan que en las escuelas estatales hay más equipamiento, material bibliográfico, mayor cobertura de cargos docentes, etc. Los fondos, como se dice vulgarmente, “están” y son destinados mayoritariamente a este tipo de gestión. Por ende, en un sistema educativo de inclusión y en donde el 50% de los alumnos se inscribe en la gestión privada, los resultados en calidad deberían verse reflejados inexorablemente en las familias con menos recursos porque ese dinero en porcentual se destina a la gestión estatal.

La segunda pregunta es: ¿Existe igualdad de posibilidades educativas?

La respuesta debe ser pensada también desde la calidad educativa y la exigencia misma. La educación es la base para el progreso de un pueblo y la única que permite un ascenso social genuino. Si bien ésta es una frase trillada, no por ello es menos cierta.La gestión, como en toda organización social, ocupa, sin duda un lugar importante para el logro de los resultados esperados y los servicios educativos no escapan a esta realidad.

Méd. Vet. Silvio G. Sanso

Representante Legal Colegio “Campos Verdes”